Hepatitis C

En 1988, la ciencia descubrió la hepatitis C. Es un virus que causa inflamación del hígado y puede provocar una enfermedad hepática.

La hepatitis C se transmite por contacto de sangre con sangre, lo que significa que la sangre de una persona debe entrar en el torrente sanguíneo de otra. Incluso una pequeña cantidad de sangre puede transportar la cantidad suficiente del virus para infectar a otra persona.

La transmisión puede producirse durante la actividad sexual, en particular durante el sexo anal sin protección, en el que la sangre de la piel rasgada del pene entra en el torrente sanguíneo por el ano de quien recibe.

Muchos casos de hepatitis C se producen por el uso inseguro de drogas inyectables, como compartir los elementos de inyección. Sin embargo, un pequeño porcentaje de casos se produce por procedimientos médicos no esterilizados, tatuajes o perforaciones sin esterilizar, pinchazos con agujas, uso compartido de rasuradoras o cepillos de dientes, y toda exposición accidental a sangre infectada.

¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS

Muchas personas con hepatitis C no presentan ningún síntoma, por lo que la única forma de saberlo con seguridad es haciéndose un análisis. Si aparecen síntomas en las primeras fases de la infección, algunas personas experimentan:

  • Síntomas gripales o fiebre
  • Náuseas
  • Dolor abdominal

Algunas personas son capaces de eliminar el virus de forma natural, en general en los primeros dos a seis meses. Sin embargo, otras pueden desarrollar una infección crónica (a largo plazo).

¿CÓMO ME HAGO EL TEST?

La hepatitis C se diagnostica mediante un análisis de sangre. A diferencia de las hepatitis A y B, la hepatitis C puede infectarse más de una vez y no desarrolla inmunidad. Habla con tu médico o profesional de la salud para hacerte una prueba de detección de la hepatitis C o acude a tu  centro de salud sexual más cercano para incluir una prueba de detección de la hepatitis C en tu próximo análisis.

¿CÓMO PUEDO RECIBIR TRATAMIENTO?

Si desarrollas hepatitis C crónica, tu médico normalmente te recetará una combinación de dos fármacos. El objetivo de estos fármacos es eliminar el virus del organismo. Esto impide que el virus evolucione a cirrosis (cicatrización del hígado), cáncer de hígado o insuficiencia hepática. Estos fármacos curan la hepatitis C en más del 95 % de las personas.

¿CÓMO PUEDO PREVENIR LA HEPATITIS C?

No hay vacunas disponibles para la hepatitis C. Sin embargo, para reducir el riesgo de contraer la hepatitis C, es una buena idea:

  • Usar siempre condones, guantes y lubricantes a base de agua o silicona si tienes sexo penetrativo o haces fisting.
  • Cambiar siempre de condón con distintas parejas.
  • Usar condones con los juguetes sexuales y no compartirlos.
  • Esterilizar los juguetes sexuales por completo con desinfectante y enjuágalos en agua hirviendo luego de cada sesión.
  • Lavarse las manos y limpiar los juguetes sexuales durante el sexo y entre encuentros con distintas parejas.
  • Utilizar siempre elementos nuevos para inyectarse y evitar compartirlos.
  • Lavarse siempre las manos antes y después de inyectarse.
  • Evitar compartir objetos personales como cepillos de dientes, rasuradoras, tijeras y cortaúñas.
  • Asegurarse de que los artistas corporales utilicen elementos nuevos y estériles para tatuar, perforar el cuerpo u otro arte corporal, y de que trabajen en locales registrados por la municipalidad.

Para más información, ponte en contacto con NSW Sexual Health Infolink al teléfono 1800 451 624 www.shil.nsw.gov.au o ve a tu clínica de salud sexual local o a tu médico.

¿Y SI TENGO VIH?

Son más los casos de hepatitis C en las personas con VIH, por lo que es una buena idea hacerse una prueba de hepatitis C al menos una vez al año, y cada seis meses si tuviste más de 10 parejas sexuales en los últimos seis meses, consumes drogas recreativas o mantuviste relaciones sexuales en grupo o sin protección.

Aunque las personas con VIH y hepatitis C pueden recibir tratamiento para ambas infecciones, el VIH suele ser la prioridad. Sin embargo, a veces es necesario recibir tratamiento para ambas infecciones, especialmente en los casos en que la hepatitis C genera problemas hepáticos.

Quizás sepas que algunos tratamientos contra el VIH pueden conllevar un riesgo de inflamación o daño al hígado. Por eso es importante que colabores con tu médico, sobre todo si también tienes hepatitis C, para que te ayude a controlar cuidadosamente de los niveles de enzimas hepáticas.

SI ESTOY TOMANDO PREP, ¿CÓMO ME AFECTARÁ LA HEPATITIS C?

Aunque la PrEP es muy eficaz para prevenir la transmisión del VIH, no protege de los virus transmitidos por sangre, como la hepatitis C. La mejor manera de evitar contraer la hepatitis C es utilizando condón durante el sexo, con los juguetes sexuales y no compartir los elementos de inyección.

DATOS BÁSICOS SOBRE LA HEPATITIS C

  • La hepatitis C se transmite por contacto de sangre con sangre.
  • La mayoría de los casos de hepatitis C se producen por el uso no seguro de drogas inyectables, y algunos casos por sexo anal sin protección.
  • Si contraes hepatitis C, puedes tener síntomas parecidos a los de la gripe, náuseas o dolor abdominal.
  • Por el momento, no existen vacunas para prevenir la hepatitis C.
  • Si vives con VIH, hazte pruebas de hepatitis C con regularidad.